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Las 14 Leyes del Karma

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Las Leyes del Karma :

Según las filosofías budista, hinduista y jainista el karma es el juez de nuestros actos, que comprende: nuestros actos, nuestras palabras y nuestros pensamientos.  Cuando los budistas hablan de actos no dividen entre actos mentales o actos físicos. Los pensamientos, palabras y actos físicos forman parte de un todo. Lo que piensas tiene tanta importancia como lo que dices o lo que haces y están en el mismo plano.
El universo es un sistema perfecto, gobernado por leyes universales inquebrantables que rigen su funcionamiento.  Ignorar dichas leyes no te libra de estar bajo sus efectos de forma permanente. Por lo tanto, vale la pena hacer un esfuerzo para conocerlas:

(1) La gran Ley del karma

La principal ley del karma también es conocida como la ley de la causa y efecto. Posiblemente es de la que todos hayamos oído hablar. Se basa en que recoges lo que siembras.  Esta ley del karma nos dice que si hacemos acciones buenas y desinteresadas el bien que hacemos se nos devolverá multiplicado por diez. Si eres generoso el universo te dará el doble de lo que des, sin embargo si eres egoísta sólo recibirás escasez.
La ley de causa y efecto es una de estas leyes universales, tal vez la más fundamental de todas.   Newton fundamentó las leyes de la física clásica. “Toda acción, recibe una reacción opuesta y de igual magnitud”.  Más conocida como la ley de acción-reacción.  Aplicada al Karma podemos decir que las acciones de las personas acaban repercutiendo, tarde o temprano, en su propia vida.
Si nuestras acciones son buenas, recibiremos consecuencias positivas; pero, si son malas, acabaremos recibiendo también nuestro merecido.  Las lecciones no aprendidas en esta vida deben ser re-experimentadas y superadas en la próxima.
Por ello, si dedicaste tu vida a ayudar a los demás, a dar buenos consejos, a establecer relaciones cordiales y a ser justo y honesto con las personas que te rodean, entonces es más posible que recibas cariño, afecto, agradecimiento por parte de esas personas o cualquiera que cruce en tu camino.   Explicado de forma sencilla: “Lo que siembres es lo que recogerás”, “Haz el bien y recogerás 10 veces más”.

(2) Ley de la creación

Para entender y comprender mejor la ley de la creación deseo contarles una historia de la vida real,  que nos muestra claramente sus efectos.  Eran los años 70 y un vendedor de zapatos jubilado, le fue diagnosticado un cáncer de esófago. En esa época ese tipo de cáncer era considerado como letal y como era de esperarse el paciente una vez le fue diagnosticado, duró aproximadamente dos semanas. 
Posteriormente al deceso, la autopsia demostró que el paciente tenía indicios de cáncer en el hígado y en el pulmón; y que no en de esófago.  La enfermedad no estaba tan avanzada como para matarlo.  Hemos escuchado por años que esta enfermedad es letal y nuestra mente se lo cree.  En otras palabras nuestras creencias y pensamientos son creadores de realidad.
La mayor parte del tiempo tu cerebro funciona en piloto automático, escoge algunos pensamientos, actúa y toma decisiones a partir de ellos.  Para lograr recuperar el liderazgo de tus pensamientos,  necesitamos revaluar las creencias actuales.  Y poco a poco ir eliminando las que no aplican  e ir incorporando nuevas creencias.  Una vez que domines tus pensamientos, tu cerebro tendrá información actualizada, que permitirán crear mejores realidades.  Para ello, es fundamental que incorpores hábitos, es decir, acciones que tu cerebro incorpore y repita de manera automática.
La ley de la creación afirma que todo se crea dos veces en este mundo; la primera de ellas en la mente y la segunda en lo físico.  En otras palabras puedes crear algo material a partir de sus pensamientos.  Somos los creadores de la vida que tenemos.  El universo y nosotros somos una única entidad y lo que nos rodea es la representación de nuestro interior.  Debes crear la vida que quieres y rodearte de lo que quieres en tu vida.

(3) Ley de la humildad.

La ley de la humildad afirma que lo que te niegas a aceptar te va a seguir ocurriendo. No te compares con otros pensando si eres más dichoso o más desgraciado. Esa comparación no va a hacer que tu vida mejore o cambie. No te enorgullezcas porque eres más que nadie ni sientas envidia si te falta algo que los demás tienen. Recorre tu propio camino y acéptate a ti y a tus circunstancias sin fijarte en los demás.
A veces nos preguntamos por qué no accedemos a nuestras metas o por qué otros se distancian de nosotros. Podemos empezar con un hecho científico: comprender que “no somos el centro del universo” y que si queremos lograr los objetivos, la humildad como virtud es esencial.
En la vida, nos han enseñado a alimentar nuestro ego, a darle poder y, sobre todo, a sentirse superior a los demás. El que es humilde,  no necesita demostrar nada porque sabe que naturalmente tanto las virtudes como los defectos son parte de ese ser integral que somos y que vinimos a mejorar.
La humildad es una virtud contraria a la soberbia. Consiste en reconocer nuestras habilidades, cualidades y capacidades y aprovecharlas para obrar en bien de los que nos rodean, sin decirlo.  Es ser conscientes de nuestras limitaciones y defectos y es actuar de acuerdo con tal conciencia. La sabiduría de aceptar nuestro nivel real evolutivo.  Hay quien dice que la humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitir a los demás descubrirlas por sí mismos.
Si aceptamos nuestros límites, tomaremos conciencia de todo aquello que nos queda por hacer o aprender. Quien cree que ya lo sabe todo, no irá más allá. Diría Sócrates como primer paso: “solo sé que no sé nada”, declararse ignorante es el primer paso a la sabiduría.   La auténtica humildad no tiene nada que ver con el ego; es la ausencia de ego. 

(4) Ley del crecimiento

Tómate cada paso de tu vida como una oportunidad de crecer, recuerda que no puedes cambiar a las personas que te rodean, las cosas, los lugares o las circunstancias que tienes, pero si puedes cambiarte a ti mismo y tener el control sobre tu vida. Si cambias tu interior, tu vida también cambiará.
Recuerda que el crecimiento es un proceso que requiere de tiempo, disciplina y el verdadero cambio solo ocurrirá cuando tomes la firme decisión de hacerlo.  Mirando hacia dentro podrás realizar todos los ajustes necesarios para cambiar tu manera de vivir.  Sobre lo único que tienes control es tus pensamientos, sentimientos y acciones.   Por ello ese cambio que estás buscando debe venir de tu interior y no de tu exterior.
Para lograr estos cambios que te permitan crecer, debes llenarte de optimismo, persistir en tu intensión y si caes, levántate con mayor fuerza.

(5) Ley de la responsabilidad

Cuando encontramos que nuestra vida no va por la vía que trazamos, tenemos la potestad para corregir el rumbo.  Somos el reflejo de lo que nos rodea,  somos los responsables de lo pasa en nuestra  vida, por ello si algo no te gusta, cámbialo.
 Nuestra vida se basa en nuestras acciones, pensamientos y palabras. Todo ello es un reflejo de lo que hay dentro de nosotros. Lo mismo sucede con todo lo que percibimos en nuestra vida.  Y observar lo que te está ocurriendo te mostrará lo que está pasando en tu interior.  Nunca culpes de lo que te pasa a los demás, pues tus decisiones son solo tuyas.
Lo importante darnos cuenta de que todo lo que nos pasa es consecuencia de nuestras acciones y decisiones, lo cual debemos afrontar con responsabilidad. Si soluciona tus conflictos internos podrás cambiar también tu exterior.
Cada vez que pienses hacer algo, tomate el tiempo necesario para pensar si es lo más adecuado; porque tu decisión puede afectarte positiva o negativamente.

(6) Ley de la conexión

Somos parte de un todo y todo está conectado con el universo, nuestro pasado, presente y futuro también lo son. Cada paso que damos nos lleva al siguiente y así sucesivamente.  Cada paso, cada acción es importante  para que una tarea se realice.
Como estamos conectados en pasado, presente y futuro; alguien debe hacer el trabajo inicial para poder llegar al beneficio del trabajo final. Un ejemplo sobre esta ley puede ser la medicina, esta ciencia lleva muchos años de desarrollo y gracias a aquellos que tuvieron la iniciativa hace muchos años, hoy podemos disfrutar de los beneficios de la medicina moderna.  También aplica en nuestra vida, la decisión de tomar clases de dibujo a los 12 años, puede ayudarte ahora que tienes 30 años en tus estudios de arquitectura.

 (7) Ley del enfoque

La ley del enfoque se basa en que no se puede pensar en dos cosas al mismo tiempo.  Hace referencia a la idea de que si nos centramos solo en nuestros valores espirituales o positivos, es imposible caer en pensamientos negativos como el enojo, la codicia, la impaciencia y cualquier otra sensación que acabe con nuestro bienestar y nuestros planes.
Cuando tu enfoque es claro, no hay tiempo, interés o energía para desperdiciar en otras cosas.  Llegando a este estado, logramos evitar los malos pensamientos que solo dañan nuestra mente.  Fíjate un norte y ve paso a paso persiguiendo tu objetivo, concentrado en lo que quieres.
Domina tus pensamientos y redirige todo ese impulso y esfuerzo hacia tus metas y lo más seguro es que lo logres.

(8) Ley del dar y de la amabilidad

Esta ley nos dice que todo lo que afirmamos creer, debe manifestarse en nuestras acciones. Si tú crees que algo es verdad, en algún momento de tu vida lo vas a tener que demostrar.    Si crees en algo, esa verdad se revelará en tu vida.
Recuerda que para crecer espiritualmente es necesario estar dispuestos a dar sin esperar recibir nada a cambio, esta es la base para desarrollar las buenas creencias.
Si crees que todas las personas son egoístas, verás cómo tú mismo tendrás que mostrar tu propio egoísmo. Si tienes fe en que algo es verdad, la vida te pondrá en tu camino la oportunidad de poner en práctica tus aprendizajes y defender esa verdad.  
Transmite o enseña lo que crees con generosidad, vive de acuerdo a tus ideales y explica a los demás tus creencias, lo más seguro es que si das, más adelante podrás recibir de todo esto que diste.

(9) Ley de aquí y ahora

Cuando te dedicas a pensar en el pasado, el tiempo se te va muy rápidamente  y posiblemente perderás la oportunidad de disfrutar del aquí y el ahora.  Todos esos pensamientos viejos, antiguas vivencias y recuerdos nos roban la oportunidad de vivir en plenitud el presente.
Nuestro cuerpo, mente y alma puede quedar atrapada en el pasado pensando en relaciones anteriores, miedos, enfermedades, conversaciones y cualquier tipo de problema que ya tuvo lugar.
Para seguir avanzando se hace necesario y muy  saludable dejar ir tu pasado.   Todos esos pensamientos, recuerdos o comportamientos de años atrás, evitan que puedas dedicarte al hoy.  Una vez logres perdonarte a ti mismo por las cosas pasadas, podrás cambiarlas. 
Si no diriges las energías positivas a tu presente, tu historia continuará por un camino de cosas viejas y sin sentido. Tal vez la vida te ponga a prueba trayendo cosas del pasado a tu presente, pero si ya lo aceptaste y superaste, no te afectará en nada.

(10) Ley del cambio

La vida es cambio y el cambio es crecimiento y expansión. La historia se repetirá hasta que aprendamos las lecciones que tenemos que cambiar en nuestro camino.  En esta vida lo único constante es el cambio, las historias se repiten a menos que aprendamos las lecciones del pasado.    La ley del cambio es la ley más poderosa de la naturaleza, si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo
Podemos elegir no repetir la historia en diferentes áreas de nuestra vida como el área profesional, emocional, social, etc. simplemente decidiendo. Solo así aprenderás a dirigir tu camino por un rumbo diferente.  Al final, todo es cuestión de perspectiva y estar estancado es una simple ilusión.
Nada permanece igual, cuando intentamos evitar el cambio, caemos en el sufrimiento. Solemos mortificarnos por algo que ya cambió.  Tenemos que aceptar el cambio como parte de la vida, salir de nuestra zona de confort nos puede traer malestar físico o emocional, pero así aprendemos a lidiar con el cambio. Aceptar este sufrimiento de principio a fin nos ayuda a seguir el proceso de cambio y liberarnos del malestar producido.

(11) Ley de la paciencia y de la recompensa

Las cosas que valen la pena siempre fueron conseguidas con esfuerzo.  Pon dedicación, paciencia y persistencia y seguro que tienes tu recompensa a su debido tiempo.    La vida no se queda con nada de nadie, si has puesto todo de tu parte ten por seguro que la vida te lo devolverá con creces.    Si eres paciente con la vida y persistes en tu empeño, muy seguramente recibirás tu recompensa.
Debemos tener en cuenta también, que la verdadera recompensa no es la meta final, sino la satisfacción de que se hizo lo necesario para obtener los resultados deseados.   Este punto es importante para plantearte lo que quieres lograr, tienes que determinar qué camino de la vida te hará sentir pasión o cómodo con la decisión tomada. 
Aquello que despierte ese fuego en ti, te dará la energía para avanzar diariamente.  Sin esto, te desmotivarás fácilmente y no tendrás paciencia para seguir el proceso. Lograr este efecto te hará tener la paciencia necesaria para esperar que llegue la recompensa.  Mientras más tiempo y paciencia le dediques a alguna cosa, más gratificante será la recompensa obtenida.

(12) Ley de la importancia e inspiración

El valor de las cosas no se mide por lo que cuestan, sino por la energía y la intención que ponemos en ellas.  La contribución personal es lo que hace que algo valga la pena o agregue valor.
Cuando le pones el  corazón y el alma a lo que haces e inspira con tus actos, las cosas adquieren un mayor valor e inspira a los demás.  Cada cosa que haces no sólo tiene consecuencias en ti, sino que forma parte de una totalidad.  Cada vez que te sobre esfuerzas por algo, que le agregas valor y vas más halla de tus limites le pones a lo que obtienes tu sello personal. 
La esencia verdadera de esta ley nos habla de cuánto nivel de interés y energía le ponemos a las cosas que hacemos, ya que ello regresará para nuestro beneficio.  Las buenas intenciones siempre generan un impacto positivo en lo que entregas.  Si no le das significado a tus acciones, el resultado final no tendrá ningún valor.
Toda contribución individual también contribuye a la totalidad y aquellas contribuciones sin energía o interés no lo impactan ni disminuyen.  Por ello para obtener algo valioso debes actuar con buena intensión, mucho corazón y mucha dedicación.

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Luis Cruz

Soy Luis Cruz terapeuta y master Reiki Usui, master en códigos sagrados, terapeuta Reiki angelical certificado, experto en coaching Reiki, manejo del péndulo, sanador con gemas y cristales, mentor, coach y seo Mundo Reiki.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Williambloma

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    1. Luis Cruz

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      Luis Cruz
      Reiki Sensei

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